Seguramente has escuchado hablar innumerables de veces el término capitalismo y socialismo. Son dos definiciones que tienen un protagonismo importante en la sociedad actual, aunque se sabe que estos poseen un referente que los ubica muchos años atrás. Lo cierto, es que, como humanidad, hemos crecido oyendo por todos lados de estos conceptos.
Y hasta a veces lo repetimos sin saber exactamente la génesis de lo que implica ser socialista o capitalista. Para disipar las dudas, el día de hoy, te vamos a explicar qué son, cómo puedes diferenciar y de qué forma se ha involucrado en el día a día de las sociedades.
¿Qué es el capitalismo y socialismo?
Lo primero que debemos tomar en cuenta es que tanto el socialismo como el capitalismo tienen sus diferencias y pueden ser determinadas por diversos enfoques.
El que más suele ser atribuido es el de la economía, justamente es el que más impera en los países. Sin embargo, desde la filosofía, muchos pensadores han investigado sobre estas corrientes que se han implantado en la sociedad de una forma avasallante.
Definición de capitalismo
Al hablar del capitalismo, nos estamos ubicando en un sistema que tiene como basamento principal la propiedad privada en cuanto a los medios de producción. Estos buscan antes que anda, acumular la mayor cantidad de capital posible a manera de enriquecer a la nación.
Cuando se trata de conocer en profundidad lo que implica el capitalismo, no hay duda que debemos traer a colación la oferta y demanda.
Estos elementos son de gran importancia en lo que concierne a la lógica de los mercados. Pues, se encargan de regular la distribución de los capitales, y posteriormente a ello, la asignación de los recursos que ya tienen en su haber. Cabe indicar que, el capitalismo tiene que ver también con lo que fue el asunto de la burguesía.
Y es que, debemos recordar que esta era la clase que ejercía el dominio en la Edad Media, y después de los hechos de la Revolución Industrial, fue donde empezó a tomar protagonismo la sociedad industrial, pero ya definida desde el punto de vista del consumo.
Así es el socialismo
Al abordar el concepto de socialismo, tenemos que darnos cuenta que se trata de un doctrina de carácter político y también con vinculaciones en la economía. Una de sus características, es que promueve de alguna manera la propiedad social e incluye a las comunidades en lo que se refiere a los procesos de producción.
Asimismo, la misma distribución puede quedar a carga de las entidades comunitarias.
El fin este postulado, no es más que construir un sistema donde la existencia de las clases sociales no sea lo que reine. Propone un sistema mediante el cual exista a repartición de recursos y que haya oportunidades para todo sin importar su color, condición social, cultural, entre otros.
¿De dónde surge el socialismo?
Es importante destacar que, así como el capitalismo tiene implicaciones en las clases burguesas, en el socialismo ocurre una situación similar. Y es que, este proviene de las Revoluciones Burguesas y del mismo Liberalismo que nació en la Ilustración Francesa.
Si bien del social se tenía bastante tiempo hablando, fue Karl Marx y Federico Engels, quienes empezaran a dar espacio a los pensamientos asociados con el socialismo y definían como una lógica científica.
De hecho, para estos filósofos, no era más que un modelo que implicaba una acción o procedimiento. Pero, también, consideraban que este no era una crítica a los sistemas que realmente imperaban en la sociedad. Sino más bien, otra doctrina para actuar frente a las cosas.
Muchos suelen considerar que el socialismo es lo mismo que comunismo. Puede que tengan sus similitudes. No obstante, desde el punto de vista doctrinal, poseen diferencias que hacen que sean dos cosas distintas a pesar de que haya fines que pueden ser vinculantes a cada uno.
Las diferencias que existen entre el capitalismo y socialismo
Como bien destacamos en puntos anteriores, el socialismo y capitalismo poseen grandes diferencias. De hecho, ya con su definición, entendemos que los objetivos que ambos persiguen por totalmente opuestos. A pesar de que buscan el bien de la nación.
Sin embargo, para ofrecerte más detalles de su diferenciación, es importante aludir que, por un lado los que son capitalistas y han asumido esta ideología, consideran que lo que debe prevalecer es la libertad economía en un sentido amplio.
Esto quiere decir una sola cosa. Y es que, el mercado es el que va a determinar las necesidades de producción y el mismo consumo para que fluyan las riquezas.
Por otro lado, para los socialistas, es mejor que la economía siempre tenga una intervención directa de Estado el cual se ha de encargar de controlar, y sería una especie de protector de las riquezas para ofrecer una distribución más justa y equitativa para eliminar las brechas sociales que puedan existir en determinadas sociedades.
El rol del Estado en las sociedades capitalistas
Siempre ha habido disputas entre socialistas y capitalistas. Es una disyuntiva que tiene historia. Sobre todo, porque los capitalistas alegan que ese rol de figura protectora en las riquezas de un pueblo puede ser más bien muy artificial y que no propicia que haya un balance productivo que abra paso a mayores beneficios.
Sino que, apunta más bien a imponer sus procesos, y restringen los alzos comerciales que puedan darse paso. Por su parte, el Estado siempre ha tenido la fama de que los recursos no suelen manejarlo en pro de la sociedad, sino más bien en favor de ciertos grupos que a ellos les conviene. Por lo que, esa búsqueda de favorecer a los desfavorecidos se convierte en una cortina de humo y no llega a ser tal como suelen decirlo.
El argumento de los socialistas
Los socialistas les echan la culpa a los capitalistas tras asegurar que estos no promueven en nada a la construcción de sociedades que sean estableces. Sostienen que, son los grandes poderes imperiales, quienes se lucran de las riquezas de la sociedad, y se apoderan de los modelos de producción que implica ganarse mercados nacionales e internacionales.
Según la visión de los socialistas, los capitalistas son los que se encargan de crear sociedades pobres, donde el privilegio se lo lleva la clase alta y resto no tiene posibilidad alguna de acceder a los recursos.