Cuando una persona nace con órganos sexuales que no corresponden con su género o posee características de ambos sexos se dice que es intersexual, variación que puede tener un origen genético o ambiental.
Es un término que describe a los cuerpos que no tienen órgano masculino o femenino y a las diferenciaciones sexuales, principalmente en genitales y cromosomas, que se originan durante la etapa embrionaria. A continuación más detalles sobre este tema.
Concepto de intersexual
Define aquellas situaciones donde una persona nace con una anatomía sexual que no se ajusta a lo “masculino” o “femenino” o tiene combinaciones de cromosomas diferentes a la XY (asociada al hombre) o XX (asociada a la mujer), como XXY.
Se dice que la intersexualidad es una variación natural en los seres humanos y no un problema, como la mayoría piensa, que requiere de intervenciones quirúrgicas o terapia hormonal.
Si los genitales son distintos al nacer, los médicos se encargarán de identificar a esa persona como intersexual a partir de ese momento.
Otras veces, solo se sabe que se es intersexual al llegar la pubertad, mientras que en otras ocasiones, la persona puede vivir toda su vida sin saberlo.
Ser intersexual tiene una mayor frecuencia de lo que nos imaginamos. A la fecha, es complejo saber cuántas existen, pero estudios en Estados Unidos, por ejemplo, aseguran que 1 o 2 de cada 100 personas que nacen en ese país son intersexuales.
Es importante aclarar que no se debe usar el término hermafrodita para referirse a alguien intersexual, ya que este término hace referencia a los organismos que poseen ambos géneros, es decir, tanto masculino como femenino.
Tipos
Cualquier individuo al momento de su concepción puede surgir con una variación de sus cromosomas, es partir de esto que la diferenciación de los órganos sexuales se puede ver afectada. Sus causas son desconocidas, pero si algo han alcanzado los especialistas es a clasificar la intersexualidad en:
Seudohermafroditismo (masculino)
Ocurre en individuos con genotipo masculino (XY), cutos órganos sexuales son femeninos (vagina ciega, sin útero), pero con testículos formados en el interior del abdomen. También se le conoce como feminización testicular.
Seudohermafroditismo (femenino)
Los individuos presentan genotipo femenino (XX), cuyo clítoris tiene una hipertrofia y su cuerpo es masculinizado. También se le llama hiperplasia suprarrenal congénita.
Hermafroditismo (verdadero)
Califica a los individuos que nacen tanto con testículos y ovarios a la vez, ambos desarrollados totalmente. Es una condición rara, que deviene en órganos disfuncionales.
Disgenesia gonadal
Es una variación congénita que afecta a las mujeres, ya que se manifiesta el cromosoma X completo, en lugar de dos (XX), produciendo esterilidad. Asimismo, es conocido entre la población general como Síndrome de Turner o también Monosomía X.
Mientras que por otra parte, en el equivalente de los hombres aparece una agregado, que es un cromosoma X extra (XXY), lo que en consecuencia produce un retraso en el proceso de maduración sexual, al igual que la infertilidad pero incluso puede ocasionar dificultades para el aprendizaje.
A este equivalente masculino se le conoce como el síndrome de Klinefelter.
Intersexualidad verdadera
Es cuando el individuo presenta tejido ovárico y testicular. Es decir, en la parte inferior del testículo puede haber un ovario (desarrollado o incompleto). Asimismo, las gónadas pueden compartir tejido que ocasionan lo que se conoce como ovotestis.
Intersexualidad compleja
La persona intersexual posee una formación cromosómica diferente a 46, XX o 46, XY. Por ejemplo:
- 45: Refiere a ausencia total o parcial de un cromosoma X y afecta a las mujeres.
- 47, XXY: Mutación con un cromosoma X demás. Afecta a los hombres.
- 47, XXX: Hay un cromosoma X demás y afecta a los hombres.
¿Qué pasa con una persona intersexual?
Cuando nace un nuevo ser (bebé) en el hospital se define su sexo, bien sea masculino o femenino y en la familia se ha de criar al nuevo (a) bebé según sea niña o niño.
“Nunca nadie espera que el nuevo miembro venga con variación en sus órganos, sin embargo, esto debe ser visto como algo natural”, dice la sexóloga española Luz María Moreno.
Sin embargo, sostiene la terapeuta, que esta diferenciación, ha ocasionado cambios culturales en nuestra sociedad, algunos muy alarmantes, como el hecho de que se trate la intersexualidad como un problema médico y se someta a cirugías innecesarias, ya que causan daños irreversibles, entre ellos, dolor crónico, esterilización y hasta la capacidad de perder el placer sexual.
Recomienda la experta, que si en casa se presenta esta realidad, lo mejor es apoyar a ese niño o niña, que se sienta amado y no diferenciado.
“Si en la sociedad se admitiera que existen estas variaciones y se aceptara a las personas tal cual son, éstas dejarían de sentirse diferentes y rechazados”, dice Moreno.
Otra recomendación es, si se tiene hijo o hija intersexual, buscar que ellos se conecten con otros que tengan la misma variación. Además recomienda evitar la intolerancia y la estigmatización.
Intransigencia a la diversidad
Lamentablemente, refiere Moreno, a estas personas se les han etiquetado como anormales, porque no poseen órganos sexuales (masculinos o femeninos); sin embargo, es una realidad que existan estas diferenciaciones, además, normales.
“La preocupación de la familia y personal médico, cuando nacen niños con estas características, los lleva a “ajustarles su cuerpo” a hombres o mujeres, propiciando daños con cirugías o tratamientos forzosos porque se quiere que “encajen” en la categoría de macho o hembra y eso es un grave error, explica la especialista.
Por otro lado, asegura que es importante dejar de tipificar a la intersexualidad y aclara que no es ni una patología, ni una enfermedad; es una variación normal entre la diversidad. Tampoco es una malformación, solo una alteración cromosómica de las gónadas.
Ni identidad, ni orientación
Del mismo modo, la experta dice que se relaciona a la intersexualidad con la identidad de género, pero eso es un grave error, ya que los intersexuales pueden identificarse como hombres o mujeres.
Tampoco tiene que ver con la orientación sexual, por eso hay que dejar de calificarlos como bisexuales, transexuales o transgénico, porque no es así. La constitución de los órganos sexuales es distinta, en ciertos casos, incluso ni se han formado apropiadamente, pero esto puede no influir en su orientación.
La especialista señala que hay que erradicar todos esos mitos y señalamientos, para evitar que más intersexuales sean vulnerados en su integridad, y/o discriminados en diversos ámbitos sociales. “Eso hay que revertirlo”, recomienda.