Letra P

Persona

Al momento de conceptualizar al ser humano, y de manera más específica a la persona como individuo, es necesario tocar terreno del campo filosófico, ya que existen diversos puntos de vistas o aristas a ser consideradas.

Es por ello que, a continuación nos dedicaremos a profundizar un poco más respecto a la definición de persona, sus contextos filosóficos, psicológicos, sociológicos, fisiológicos, entre otros ítems de interés.

Definición de Persona

El término persona, proviene del latín, que significa “máscara del actor”. Y básicamente es un concepto con raíces filosóficas, que está referido a la singularidad de cada ser o individuo de la especie humana.

Este concepto, no debe confundirse con la definición filosófica de “naturaleza humana”, la cual abarca los aspectos comunes que existen entre los individuos de esta especie.

En la actualidad, el concepto de persona, está asociado a los debates cristológicos de los siglos IV y V, siendo que en tal época se produjeron discusiones en diferentes escuelas de teología, donde se desarrollaron ciertos conceptos que hasta entonces eran desconocidos.

Tales discusiones, perseguían el fin de generar ciertas herramientas para transitar hacia el campo filosófico y poder generar ciertos debates intelectuales, con alto grado de honestidad y rigurosidad, respecto a los dogmas o fundamentos que hacían referencia a la palabra.

De igual forma, la intención fue aclarar las similitudes o diferencias existentes con respecto a Dios Padre.

Posteriormente, por afinidad el concepto se aplicó al Espíritu Santo, a los Ángeles y los hombres.

No obstante, y a manera de síntesis, el concepto o definición de “persona” es el de “ser dotado de razón, consciente de sí mismo y poseedor de una identidad propia”.

Sin embargo, su concepto bien merece la pena, sopesarlo en base a diversos contextos o campos de debates, los cuales mencionaremos en líneas posteriores.

Definición de Persona en el Contexto Filosófico

En base a la definición básica de Boecio, una persona es “substancia individual de naturaleza racional”, siendo que posee tres grandes vértices, los cuales son: Racionalidad, individualidad y sustancialidad.

En tal sentido, una persona hace referencia a un “quién” y no a un “qué”, por lo que su definición no es de uso genérico.

Por otra parte, de acuerdo a Tomás de Aquino, quien afirma que “persona” significa lo más perfecto de toda la naturaleza, es decir, el subsistente de naturaleza racional”, afirmando la incomunicabilidad en el modo de existir.

Tomás de Aquino, manifiesta que existe una diferenciación entre la naturaleza y la persona, que se refiere a la parte y al todo respectivamente, e indica que la naturaleza es parte de la persona, que es la que realmente subsiste.

Siguiendo con su definición, el ser persona es ser abierto a la trascendencia, que va más allá del mundo, en otras palabras, a un Dios. De hecho, la Antropología filosófica se deriva del estudio de la noción de la persona.

No obstante, durante la época de la modernidad se registró un giro psicológico respecto a la concepción del término “persona”, siendo se produjo como consecuencia del nominalismo.

En tal sentido, en Descartes, ya no se habla de persona sino de “yo”. De una manera similar, para Locke, ya este término deja de ser un concepto metafísico, ya que no indica un modo de ser o un ser en sí mismo, sino por el contrario denota un estado en el cual puede encontrarse un ser en un determinado momento.

En cambio, Kant, indica que la persona es aquel ser que representa un fin en sí mismo. Y en esta tendencia, la persona no se encuentra abierta a la trascendencia, sino que posee autonomía propia, con lo que se regresa a una especie de concepto ontológico.

Posteriormente, con la llegada del existencialismo, se registra un nuevo auge del concepto de persona. Donde para Kierkegaard, la persona no es solipsista más bien la salida de uno mismo, como entrega a Dios.

En el caso de Heidegger la persona como Dasein (el ahí del ser) no representa ni una cosa, ni un objeto, sino que está definida existencialmente mediante el sentimiento de la angustia cerrado a la trascendencia.

Llegado el siglo xx, diferentes pensadores (entre quienes están de inspiración cristiana y de la escuela teológica tomista) centraron su atención en la noción de persona, por lo que se originó lo que se denominó como personalismo.

Entre tales pensadores, destacaron: M. Buber, M. Scheler, J. Maritain, G. Marcel, E. Mounier, E. Lévinas, R. Guardini, entre otros.

Mención aparte merece Leonardo Polo, que manifestó la propuesta de persona como “carácter de además”, siendo que incluía una ampliación de los trascendentales del ser hacia lo que él denomina como Antropología Trascendental, donde sugiere la libertad y la co-existencia como trascendentales personales con matices diferentes de los metafísicos.

Definición de Persona en el Contexto Fisiológico

En el campo de la fisiología, una persona se refiere a un individuo o ser de la especie humana, bien sea una mujer o un hombre, que posee un conjunto de características físicas únicas que los distinguen de los demás.

Definición de Persona en el Contexto Sociológico

Desde el punto de vista sociológico, la persona es un ser sociable que se desarrolla y que vive en sociedad, a la par de mantener su carácter individual. Es allí donde confluyen el “yo” y “nosotros” de manera simultánea.

Definición de Persona en el Contexto Psicológico

En cuanto al campo psicológico, la persona se refiere a un ser concreto, donde se consolidan tantos los factores psíquicos como físicos, los que definen su carácter único y singular.

En este ámbito, se considera el estado de ánimo, la forma de actuar de las personas y su carácter en particular; así como también se toman en cuenta las facultades y cualidades que tiene cada persona.

Así mismo, se abarcan aspectos como la razón, los sentimientos y los valores que lo distinguen como ser pensante.

Cabe destacar que, dentro del campo psicológico, existen ciertos factores de difícil tratamiento, entre las que podemos mencionar: Que los actos que origina y conforman su realidad no son objeto de la reflexión psicológica, ya que se presentan de forma concreta e inmediata, tal es el caso del ámbito amoroso.

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