Nuestra vida está llena de pensamientos. Todo el día estamos pensando sobre las cosas que debemos hacer en el trabajo, sobre los planes que vamos a tener con nuestra pareja en la noche o, simplemente, sobre el sentido que tiene la vida. Pasamos horas y horas pensando. Y algunos deben su fama en la historia y su trabajo actual a eso: que son buenos pensadores.
Sin embargo, ¿en alguna oportunidad te habías detenido a pensar qué es un pensamiento? ¿Cuál es su definición, concepto y características?
De ser así, has llegado al lugar correcto. A continuación, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los pensamientos.
¿Qué es un pensamiento?
De entrada, empecemos con la definición. ¿Qué es un pensamiento?
Por pensamiento, entendemos toda actividad o creación de la mente. Así de corto. Así de simple. Así de profundo.
Los filósofos han dicho que un pensamiento es todo aquello que es traído a la existencia por actividad del intelecto. Un pensamiento es la mente y el cerebro trabajando. Es la mezcla de cosas que sabemos con aquellas que no sabemos. Es la mezcla de cosas que hemos hecho y vivido en el pasado, que estamos viviendo en el presente y que queremos vivir en el futuro.
Un pensamiento puede ser una alerta, un recordatorio. Pero también puede introducirnos en una profunda reflexión que nos lleve a plantearnos las preguntas más complejas, como aquella de si hay vida después de la muerte, lo cual dé lugar –o no- a las respuestas más trascendentales que todos estamos buscando.
Pensamiento y racionalidad
Cuando hablamos de un pensamiento, una palabra surge casi de forma inevitable: racionalidad. Racionalidad entendida como la capacidad que tienen los seres humanos de actuar considerando la razón.
Sin embargo, ¿todos los pensamientos son o deben ser racionales? La verdad es que no. Podemos llegar a tener pensamientos racionales, basado en el método científico y en la más rigurosa comprobación lógica. Sin embargo, también podemos llegar a tener pensamientos que no tengan un orden en específico o, en su momento, alguna verdad o razón dentro de sí.
No obstante, estos también son pensamientos. Muchas veces, es tu mente queriendo decirte algo en forma de rompecabezas. Sería un error que simplemente desechamos esos pensamientos porque no le vemos una racionalidad aparente. Lo correcto sería hacer un esfuerzo por unir las piezas, ver el rompecabezas completo y entender qué es lo que nos quiere decir nuestra mente.
Pensamiento y filosofía
Podemos entender la filosofía como una rama de la actividad humana que se dedica a pensar sobre el mundo que nos rodea. ¿Y por qué nos interesa la filosofía en este artículo? Porque precisamente ha sido ella la que ha producido la mayor cantidad de pensamientos valiosos y pensadores destacados en la historia de la humanidad.
Para muchos estudiosos, el mundo de hoy tal cual como lo conocemos nació en Atenas, en el siglo cinco antes de Cristo, con el nacimiento de la filosofía. Sócrates, Aristóteles y Platón son los padres de la civilización moderna.
¿Y cómo lo hicieron? Para ello, no tuvieron que hacer la guerra o ganar complejas negociaciones políticas, lo único que hicieron fue compartir el producto de sus reflexiones y pensamientos sobre un número muy importante de temas.
Las virtudes, la justicia, la prudencia, la política, la ciudadanía, la lógica y la retórica fueron algunos de los temas sobre los cuales estos grandes pensadores reflexionaron y que hoy se muestran como los pilares del mundo en el que vivimos.
Pensamiento y progreso
La filosofía produce pensamientos. Y estos pensamientos dan pie a ideas maravillosas que, al concretarse, pueden generar enormes progresos en la historia de la humanidad.
De las ideas de Newton fue posible construir el motor de combustión interna lo que dio pie a la Revolución Industrial. De las Ideas de Einstein fue posible construir la comba atómica, lo que puso fin a la masacre que fue la segunda guerra mundial.
Esto nos permite entender y dejar algo muy claro: el pensamiento es la raíz del progreso.
Al pensar producimos ideas, y estas ideas son, a fin de cuentas, la base que moverá el mundo hacia un destino mejor. Hacia el progreso. Hacia la evolución.
¿Y qué pasa con las malas ideas productos de pensamientos impuros? Se preguntarán algunos. Pues, la única manera de contrarrestarlas es con buenas y mejores ideas. Tengámoslo siempre en cuenta.
Pensar como una actividad humana
El pensamiento es, quizá, la actividad humana más importante que existe. No importa tu lugar de origen, tu color de piel o tu estatus socioeconómico. Todos los seres humanos pensamos. Pensamos a diario sobre las cosas que nos pasan en el día a día. Pensamos sobre nuestros problemas y cómo abordarlos. Simplemente, pensamos.
Y pensar nos aporta muchas cosas buenas. No necesitas hacer grandes descubrimientos como Newton o escribir impresionantes tratados de filosofía como Aristóteles para que pensar te traiga cosas buenas. Solo necesitas pensar.
En primera instancia, pensar te ayuda a conocerte mejor. Pensar es como tener la conversación más íntima que se pueda tener, pero contigo mismo. Pensar es promover el autoconocimiento.
Y, en segunda instancia, pensar te permite reflexionar sobre el mundo exterior. Entender lo que pasa y lo que sucede por medio de la observación. Si logras mezclar un entendimiento interior profundo y un entendimiento exterior agudo, podrás hacer y lograr grandes cosas. Cosas que vendrán precedidas de importantes pensamientos. Así que: ¡A pensar!
Pensamiento, la base de la vida
Los pensamientos son la base de la vida. Nos recuerdan de las cosas que tenemos que hacer, hacen que centramos la atención en nuestros compromisos y nos ayudan a buscarle solución a nuestros problemas más humanos.
Pensar es, en tanto, tan humano como respirar. Pensamos para entendernos a nosotros mismos, pero también para entender el mundo exterior. Pensamos en ayudar y resolver problemas. Pensamos para calmarnos y encontrar serenidad donde solo vemos ansiedad. Pensamos porque es nuestra manera de hacerle frente al mundo.