El término conclusión deriva del latín “conclusio” (que en español significa final o cierre) y se define como la última palabra que se emite en un argumento, investigación, etc. Con ella se trata de obtener una aseveración concreta, que esté relacionada con lo expuesto anteriormente.
Las conclusiones están en todo ámbito de nuestras vidas. Por ejemplo, cuando se lleva a cabo una investigación, lo más resaltante son las conclusiones de sus estudios y así determinar su aplicación.
Otro ejemplo, un paciente se realiza diversos exámenes médicos, necesita de conocer el diagnóstico final del doctor para concluir que acciones habrá de tomar.
Por lo general, estas se confunden con las opiniones, las conclusiones están sustentadas, ya sea de manera teórica o por investigaciones previas, mientras que las opiniones son emitidas en muchas ocasiones con parcialidad y no están sustentadas.
Hay opiniones que son apoyadas con algún tipo de información, pero sigue faltando un elemento clave, que es su validación.
Tipos de conclusión
Hay varios tipos de conclusiones y cada uno va a depender del tipo de texto; a continuación, te presentamos 5 tipos de conclusión de manera detallada y así determinar cuál es el ideal para tus escritos.
Conclusión lógica o formal
Este tipo de conclusión se coloca al final, como una proposición de un argumento previamente analizado. Si ese argumento es válido, se puede decir que esta conclusión va a derivar de las premisas.
En este sentido, no necesariamente se necesita la validez de la proposición para tener una conclusión lógica.
Conclusión estilo resumen
Es una conclusión que engloba en pocas palabras lo que se ha argumentado anteriormente, como una especie de recapitulación.
Este tipo de conclusión es muy típico de ver en trabajos de investigaciones donde en pocas palabras te expresan los resultados más resaltantes de la investigación.
Estilo recomendación
Otro tipo de conclusión, tiene el papel de ser una especie de reflexión acerca de la forma como se llevó a cabo una argumentación, y a partir de su experiencia, ofrece consejos para optimizar el argumento en un futuro. Es un punto de vista de cómo se puede solucionar determinado problema.
Conclusión teórica
Se encarga de poner sobre la mesa diversos conocimientos sobre un argumento que se deben tomar en cuenta. En pocas palabras, son conceptos que llevan al análisis más específico de un determinado problema.
Conclusión personal
Esta va más arraigada a la percepción individual, por ende, es de carácter subjetivo, se puede validar y comprobar su veracidad, de así nacieron muchas de las ideas de los grandes científicos de nuestra historia.
También, se observa este tipo de conclusión en biografías, donde el autor plasma experiencias desde su punto de vista.
Igualmente, se puede hacer una conclusión empleando una cita o frase célebre, que en la mayoría de los casos va reflejada al tema que se está abordando. Por ejemplo, si se habla de ecología, la frase debe ser algo referente a la ecología.
Característica de una conclusión
Las conclusiones tienen diversos propósitos y elementos que las hace única, dichos elementos son:
- Son cortas y precisas; por lo general, las conclusiones no deben ser muy extensas y sintetizar de manera coherente un argumento previamente detallado a profundidad.
- No se limita únicamente a mostrar resultados y ya, sino que también va acompañado de una síntesis de los argumentos planteados y como ellos convergen.
- Usan un lenguaje adecuado, con frecuencia, usan un estilo neutro incluye léxico que ubiquen al argumento a tocar.
- Pone a la palestra otro tipo de argumentos que te permite reflexionar sobre algún tema en específico.
- Sirve para reforzar el aprendizaje previamente adquirido.
- Generalmente, las conclusiones son necesarias en la rama de la investigación porque abre otras posibilidades de estudio. Proporciona a los científicos otras interrogantes que tienen que ser resueltas.
- Una buena conclusión hecha de la manera adecuada se puede considerar válida, ya que se emplearon diversas herramientas para su elaboración, no son sacadas por arte de magia.
¿Cómo hacer una conclusión?
A pesar de que hay diversos tipos de conclusión, todas deben seguir el mismo esquema para que su contenido sea comprendido y llegue a más personas. La estructura que debe seguir es la siguiente:
Evaluar las premisas
El primer paso es conocer a fondo el tema o argumento en concreto, con base en los conocimientos, podemos determinar los puntos clave o más importantes.
Para esto se recomienda repasar las veces que sea necesaria y así no dejar algún tópico por fuera, puedes emplear las tormentas de ideas si participan varios en la elaboración del argumento.
Elegir la información importante
Luego de haber enlistado o determinado los puntos más fuertes del argumento, toca una de las fases cruciales de la conclusión, la cual es determinar qué puntos en el tema son los que pueden generar un gran impacto o interés.
La conclusión toma como centro de atención el tema o argumento central, enfocarnos en derivados del argumento principal no es lo ideal y se torna tediosa.
Toma una postura
Anteriormente, hemos señalado que las opiniones en la mayoría de los casos, y para no decir que en todos, son de carácter subjetivo, pero cuando se elabora una conclusión se debe tomar una postura al respecto a los resultados arrojados.
Para facilitar tu punto de vista puedes emplear algunas de estas preguntas, como:
- ¿Qué impacto tienen?
- ¿Cuál es su relevancia?
- ¿Cómo será en el futuro?
- ¿Qué significado tiene los resultados?
Redacta el mensaje
Una vez establecido los puntos fuentes y las posturas sobre estas, es momento de redactar el mensaje que ponga fin al argumento o investigación tomados, el mensaje tiene la misión de comprimir de manera asertiva y así facilitar la trasmisión de algún conocimiento.
Este mensaje puede ir acompañado de algunas recomendaciones, que sirven a los diversos investigadores de guía, para así evitar las dificultades experimentadas durante el proceso. También, trata de redactar tu mensaje de forma ordenada, así facilita al lector su comprensión.
