Narrador omnisciente
En una historia hay diferentes tipos de actitudes o puntos de vista desde donde una persona puede narrar los hechos ocurridos. Esto es de importante relevancia, para entender cuál es el argumento que tiene lo que estamos leyendo.
De esta manera, en textos, novelas o libros, donde se nos quiere explicar a detalle lo sucedido, por lo general, encontraremos la historia narrada desde un narrador omnisciente.
¿Qué es un narrador omnisciente?
Este narrador también es denominado “narrador directivo”, y es aquel que se dedica a esclarecer todos los detalles relevantes para el curso de la historia o no, que puedan estar relacionados con la misma.
Entre las obras literarias donde lo encontraremos con más frecuencia, se encuentran: Los cuentos, las fábulas, los relatos infantiles y las novelas, pero contadas desde una mirada crítica, analítica y detallista con la mayor precisión posible.
Además, el narrador omnisciente muchas veces se centra en el pensamiento de los personajes, tanto los principales como los secundarios, los detalles del lugar donde se desenvuelven los hechos, los secretos en la trama y otras características del texto que enriquecerán de alguna forma el relato.
Cabe destacar que, este tipo de narración, no incluye al narrador dentro de la historia, sino que es como un todo que cuenta la historia desde afuera y como ya lo explicamos, desde un punto de vista crítico, por esto el narrador omnisciente siempre hace su narración en tercera persona.
Otro aspecto que es importante tener en cuenta, es que el narrador omnisciente conoce todos los tiempos implícitos en la historia, por lo que es capaz de hablar en pasado, presente o futuro, algo que puede servir en su forma de comentar la historia que nos está siendo narrada.
Se conoce a este narrador omnisciente como omnipresente. Es decir, puede estar donde quiera, cuando quiera, si así lo amerita.
Características del narrador omnisciente
En su narración, con normalidad podremos encontrar algunas características que nos pueden orientar a determinar cuando un narrador es de este tipo.
Esto en especial, porque no es muy común encontrar a los narradores omniscientes en las literaturas contemporáneas, con sus numerosas excepciones, por supuesto.
Dentro de las características más relevantes, podemos encontrar las siguientes:
Es un ser cambiante
Al ser omnisciente y omnipresente, puede cambiar de ubicación, punto de vista o incluso de tiempo a su antojo. Todo esto con un orden lógico para la narración del texto y no de manera desordenada, porque podría hacer inentendible la información que se quiere transmitir.
Goza de la ubicuidad
Relacionado con la característica anterior, el narrador omnisciente puede estar en todas las partes de la historia a la vez, sin que esto sea un problema para la narración en general. Por esta precisa razón, lo sabe todo con respecto al relato, incluso, es capaz de conocer datos que los personajes aún no.
Esta capacidad que tiene de estar en cualquier lugar, incluye el pensamiento de los personajes, pues conoce cada detalle y cada rasgo de su personalidad, pudiendo incluso predecir algunas acciones.
Tiene autoridad y hace uso de ella
Su autoridad no puede ser medida, porque puede tener el control total del curso de la historia.
Es decir, los personajes están bajo su mandato y su accionar en la historia sigue sus lineamientos. Este tipo de narrador siempre cuenta lo que pasa, como pasa y cuando pasa, no hay manera de que se contradiga o cambie algo que asegura que es así, a menos que se contradiga él mismo.
Incluso, puede nombrarse a sí mismo como el autor de la historia, cuando evidentemente no lo es, lo que le permite emitir juicios de valor, tomar puntos de vistas eclécticos y perseguir una moraleja a su gusto.
No deja márgenes para la imaginación con su explicación
El estilo de esta narración es para explicar a detalle, a modo de que no quede casi nada a la imaginación del lector con su acción.
Esto permite que no se generen opiniones personales del lector, sino que se entienda lo que el texto realmente quiere transmitir, por lo que los libros de historia utilizan este tipo de narrador.
Por esta razón, también es muy utilizado en relatos que expliquen situaciones mágicas o que crean un universo ficticio, para que el lector sienta la credibilidad de la información que está siendo aportada por el texto.
Hace de todos los personajes elementos
Al no estar siendo contada por el personaje principal, el lector no crea un vínculo especial con los personajes principales, por lo que todos pasan a ser instrumentos de la misma historia y pueden salir o entrar en el curso sin causar una alteración mayor.
Esto hará que el vínculo del lector con los sentimientos de uno de los personajes, no sea esencial, pues no solo se explican los sentimientos, pensamientos y deseos de uno de ellos, sino que también se explican los de todos los personajes que hacen parte de la historia.
Incluso, de los personajes menos relevantes para el curso de esta, por lo que pierde el sentido sentimental especial.
Siempre narra en tercera persona
Por esto también se conoce como el narrador Dios. Es capaz de contar todos los hechos y sus detalles como si los estuviese mirando o recordando, por lo que no es una persona dentro de la historia y nombra a cada personaje por su nombre asignado en la historia o como su pronombre personal.
Esta narración, también le permite al narrador expresar su punto de vista personal como alguien más, todo esto sin incluirse entre los hechos, e independientemente del punto de vista desde el que se esté narrando toda la historia.