Todos los días escuchamos expresiones como: “El gobierno debe mantener la convivencia de la ciudadanía”. Todos los días hablamos sobre la importancia de la convivencia y lo clave que es este concepto para nuestra vida en sociedad.
Sin embargo, ¿nos hemos detenido en alguna oportunidad a reflexionar sobre el concepto de convivencia? ¿Sabemos realmente lo que significa y cuáles son sus implicaciones para nuestra vida?
Si alguna vez te has preguntado esto, has llegado al lugar correcto. A continuación, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el concepto de convivencia.
¿Qué es la convivencia?
Antes de hablar sobre la importancia de este concepto, empecemos por lo básico: ¿Qué es la convivencia?
Pues, entendemos por convivencia a la acción de convivir. Es decir, a la acción de estar juntos y de interactuar juntos en un mismo lugar, con un grupo determinado de personas, en paz y en tranquilidad.
La convivencia es un mecanismo social que permite a millones de personas hacer que la sociedad funcione. Una de las características más importantes de la convivencia es que tiene una relación muy estrecha con la coexistencia pacífica, armoniosa, no solo entre las personas de una sola nacionalidad, sino entre todas las naciones del mundo.
Asimismo, esta pone el énfasis no ya en las relaciones sobre un determinado territorio. No en quién tiene el derecho a gobernarlo o a posar sobre él, sino en las relaciones que deben existir entre diversos seres humanos que tienen tener una vida plena, tranquila y en paz.
La convivencia entre países
La convivencia es uno de los conceptos que más se ha estudiado para lograr la paz entre las naciones. Como todos sabemos, durante mucho tiempo los países se han visto enfrascados en una lucha por el territorio, por las tierras, por los mares y las riquezas de esto.
Esta lucha encarnizada ha llevado a que muchas veces los países lleguen a la guerra. Confrontaciones armadas que se cobran la vida de millones de personas. ¿Y por qué? Por territorio, por poder, por dinero.
¿Cómo evitar estas tragedias? Una de las cosas en las cuales ha puesto énfasis el Derecho Internacional moderno es en promover una sana convivencia entre los seres humanos. Una convivencia que ayude a que entre nosotros se produzca la paz, la armonía y sobre todo que se garantice un espacio donde todos podamos ser felices a nuestra manera.
Cuando se pregunten acerca de la importancia de un concepto como la convivencia, entendamos que si promovemos la misma podríamos llegar hasta a evitar guerras. ¿Acaso puede existir algo más trascendental que esto?
Los seres humanos y la convivencia
Los seres humanos somos animales sociales. Necesitamos estar y vivir en sociedad para satisfacer nuestras necesidades. Necesitamos vivir en sociedad para satisfacer nuestras necesidades biológicas, sexuales, sociales, académicas, laborales, entre otras.
Por eso, considerando la gran cantidad de personas que debemos conocer y con las cuales debemos interactuar en nuestro día a día, aprender a convivir parece ser una de nuestras tareas pendientes.
Debemos reconocer también que los seres humanos hemos avanzado mucho en este proceso. Hemos aprendido a desarrollar todo tipo de habilidades sociales que hoy nos permiten relacionarnos con personas en cualquier parte del mundo, independientemente de su cultura, etc.
Sin embargo, aún tenemos mucho por aprender. Uno de los retos fundamentales que tiene por delante el concepto de la convivencia es lograr promover en los seres humanos el concepto de la empatía.
Entendiendo por esta la habilidad o capacidad que tienen los seres humanos para ponerse en los zapatos del otro, entender sus emociones o comprender por lo que está pasando y ofrecer una mayor de ayuda o apoyo hasta que este último pueda superar sus problemas.
No se trata solo de entender la convivencia como una ausencia de guerra o de conflicto. Todo lo contrario. Debemos entender la convivencia como la necesidad de promover mejores relaciones todos los días, en todas partes y entre todas las personas.
¿Cómo hacerlo? Promoviendo valores. ¿Qué valores? Aquí te contamos algunos de los más importantes.
Convivencia y tolerancia
Uno de los valores más importantes que debemos desarrollar si queremos vivir un mundo de una sana convivencia es la tolerancia. Todos somos diferentes. Nos gustan cosas distintas. Somos felices de diversas maneras. Nos divertimos de diversas maneras.
En este sentido, aprender a desarrollar la tolerancia es aprender a tolerar lo diferente. A entender que la gente no es mejor o peor que nosotros, simplemente es diferente.
Si aprendemos a tolerar lo diferente, podemos aprender a vivir y a convivir mejor entre nosotros.
Convivencia y solidaridad
Uno de los valores más hermosos y necesarios para la época en la que vivimos es la solidaridad. Es dar al otro sin importar nada a cambio. Es ayudar cuando más lo necesitan los demás, sin que esto vaya a traernos algún beneficio.
Promover la solidaridad y un trato solidario a los demás es una de las mejores formas de lograr una convivencia pacífica y hacer de nuestro mundo y nuestra sociedad un lugar mejor.
La convivencia: una guía para vivir mejor
La convivencia es uno de los pasos que debemos dar los seres humanos para vivir mejor. Todos los días estamos buscando formas para mejorar el mundo en que vivimos. Y una de las maneras más sencillas y eficaces la tenemos al frente de nuestros ojos: empezar a tratar mejor a las personas, convivir mejor, lograr vivir más amenamente en comunidad.
Si mejoramos la convivencia, mejoramos nuestra calidad de vida al momento en empezamos a llevarnos de buena manera con las personas con las cuales vivimos, gracias a esto también recibimos más ayuda ya que al llevarnos bien las personas a nuestro alrededor están más dispuestas a ofrecernos una mano ayuda.
Nadie está solo en el mundo. Todos dependemos de los demás para lograr nuestras cosas. Por ello, todos debemos trabajar en equipo y procurar una mejor vida en comunidad para todos. La convivencia es la piedra angular de nuestro desarrollo como especie. La convivencia es la clave para que tengamos una vida plena y mejor en el presente y futuro.
