El dióxido de carbono o anhídrido carbónico, es un gas incoloro, compuesto de un átomo de carbono que se une a enlaces covalentes dobles a dos átomos de oxígeno.
Este gas se encuentra por naturaleza, en la atmósfera de la Tierra como gas tranza en una pequeña fracción molar de 400 ppm2.
Absorbe y emite radiación infrarroja en ambas frecuencias de vibración activa en infrarrojos, de manera que calienta la superficie y la atmósfera inferior y enfría la atmósfera superior.
El dióxido de carbono forma parte de los gases de la atmósfera en un 0,04%. Es vital para la existencia de los seres vivos y se encuentra presente en muchos compuestos orgánicos como por ejemplos los hidrocarburos o el aire respiramos.
Cuando el dióxido de carbono se encuentra en una presión constante es en efecto un gas. Pero también se le puede obligar a convertirse en líquido al incrementar mucho más la presión, incluso puede llegar a convertirse en sólido o hielo seco.
Los gases que componen el aire están repletos de dióxido de carbono. Pueden también encontrarse en las aguas termales, los volcanes y las rocas carbonatadas, que una vez logran diluir en agua sus ácidos liberan este gas.
El hombre ha sido capaz de crear dióxido de carbono a través de la quema de combustibles fósiles y otros procesos industriales. Por otro, gracias a los descubrimientos del hombre
Diferentes usos del dióxido de carbono
Como se mencionó anteriormente, el dióxido de carbono, es una sustancia muy importante para la vida del hombre, quien a su vez ha sabido darle utilidades como las siguientes:
- Sirve como extintor. Evita que se forma la combustión, eliminando el oxígeno que se encuentra en ese espacio.
- Es la razón de encontrar efervescencia en las bebidas carbonatadas.
- Ayuda a los lácteos a cuajar con mayor rapidez.
- Elimina los residuos alcalinos en la industria sin necesidad de utilizar otro ácido.
- Es muy útil como abono en el trabajo de la tierra.
- Es un gran factor de ayuda para el aumento de las cosechas.
- Como hielo seco, se utiliza como refrigerante en las máquinas frigoríficas o grandes congeladores.
- En el cine, el dióxido de carbono, sirve para crear neblina artificial o agua hirviendo.
- Es utilizado en tratamientos de problemas de circulación.
- Es parte importante de los gases para formar rayos láser.
- Es un agente de contraste para insuflar en laparoscopias, del mismo modo que es utilizado para tratamientos estéticos.
El ciclo del dióxido de carbono
En el planeta Tierra, el dióxido de carbono, es parte de un ciclo biogeoquímico que divide el carbono entre las capas de la atmósfera, los océanos y los depósitos que se encuentran en tierra firme.
Como consecuencia de esto el dióxido de carbono, puede ser reutilizado y la vida así ser sostenible.
El carbono que está en el metano y el dióxido de carbono atmosférico pasa por las plantas a través de la fotosíntesis, de mismo modo que las gotas de lluvia después que se deslizan a los océanos, donde se ocupan de formar cantidades muy pequeñas de ácido carbónico.
Es el momento entonces de que se ejecuten los ciclos de respiración y descomposición microbiana, que se encarga de soltar un nuevo dióxido de carbono en forma de gas y lo lanza a la atmósfera.
Dióxido de carbono fuera del planeta
Gracias a los avances científicos del hombre y todas las herramientas que ha logrado construir en pro de la investigación, sea descubierto que en planetas como Venus y Marte existe la cantidad de por lo menos, un 95% de dióxido de carbono.
Se presenta en forma de gas sobre todo en el planeta Venus, donde se evidencia un efecto invernadero, debido a que las capas gaseosas de este gas se combinan con ácido sulfúrico, calentando la atmósfera unas 94 veces más que la atmósfera de la Tierra.
El caso del planea Marte es diferente. Su atmósfera es más tenue y cuenta con una vaga presión atmosférica que evita la sustentación hidrodinámica de estas nubes de gas, aun así, la sustancia está presente en un 95% también.
El dióxido de carbono en la Tierra
El dióxido de carbono varía mucho en su presencia terrestre gracias a los cambios de las estaciones. Durante el verano y la primavera caen las concentraciones ya que las plantas consumen mucho de este gas y en el invierno y el otoño ya las plantas han vivido lo suficiente y se descomponen.
En las zonas urbanas el dióxido de carbono tiene altas concentraciones, lo mismo que en interior de las casas, donde puede alcanzar una concentración de hasta diez veces más que a nivel del exterior.
La deforestación y la combustión de fósiles ha casado un aumento del dióxido de carbono en el ambiente. El hombre, ha logrado cada vez crear dióxido debido a sus actividades rutinarias, como por ejemplo la inocente industria de cemento.
De manera natural, la Tierra se encarga de crear dióxido de carbono, a través de los volcanes en erupción subárea y esto, junto con el gas de efecto invernadero consigue calentar el interior del planeta en la atmósfera inferior y en la superior se mantenga fría.
Dióxido de carbono y el cambio climático
A sabiendas de que el dióxido de carbono es un gas que se encuentra en la atmósfera, de manera natural, este impide que la radiación que crea el calor y enfria la superficie planetaria, haga su trabajo efectivamente.
Estos cambios climáticos, junto con algunos toques que el hombre realiza, debido a su constante maltrato a la naturaleza, hacen que los seres vivos súfranlas consecuencia.
La quema de hidrocarburos, la fermentación masiva, la fabricación de hormigón, la metalúrgica, y así otras actividades que se realizan en demasía y sin prevención, ha desbalanceado el efecto que este gas debería tener sobre la Tierra.
La temperatura del planeta aumenta y eso, en tan pequeñas proporciones crea grandes caos, El clima se altera no de una manera habitual y suceden las catástrofes. Inundaciones, lluvias despiadadas, desplazamientos de tierra, entre otros.
Poco a poco el agua de los mares se hace menos estable para la fauna que lo habita y así poco a poco sucederá con otros lugares que habitamos.
Hace falta de un esfuerzo sincero, entre todos, para rescatar lo que todavía queda de naturaleza.