El sobrepeso es la acumulación de grasa corporal de forma excesiva. Esta cantidad anormal de grasa, significa un gran impacto negativo en la salud de la persona que lo padece.
En 2016, la OMS realizó estadísticas a nivel mundial y determinó que más de 340 millones de adultos, niños y adolescentes sufrían de sobrepeso. Además, se estableció que los hombres tienen mayor riesgo a sufrir de sobrepeso, en comparación con las mujeres.
Para diagnosticar si una persona tiene sobrepeso o no, se realiza una fórmula sencilla, esa fórmula se conoce como Índice de masa corporal (IMC). El IMC indica la relación que existe entre el peso y la talla de la persona. De esta forma, el peso debe ser expresado en kilogramos y la talla en metros cuadrados.
En consecuencia, el IMC es la medida más utilizada para identificar el sobrepeso. De acuerdo con la OMS, en los adultos existe sobrepeso si el IMC es superior o igual a 25. Cabe destacar que, el IMC arroja valores aproximados, por lo que si la finalidad es diagnosticar obesidad, no es del todo fiable.
¿Qué causa el sobrepeso?
Existen diversas causas con respecto al aumento de peso. Estas causas incluyen: La dieta, el ejercicio, la genética, el metabolismo, el entorno y las emociones. Sin embargo, las causas más frecuentes son las concernientes al estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
Mayormente, el aumento desproporcionado del peso se debe a una ingesta de calorías mayor a las quemadas. En otras palabras, un aumento en la ingesta de alimentos ricos en calorías y grasas, en conjunto con un descenso en la actividad física.
Generalmente, los hábitos alimenticios y de actividad física se ven afectados por alteraciones ambientales y sociales, relacionadas con un nivel elevado de deficiencia en políticas de salud, agricultura, transporte, educación, etc.
Por otro lado, existen cambios genéticos que pueden afectar directamente el peso de la persona, y ser la causa de un sobrepeso; por ejemplo, el síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético que contribuye a que una persona aumente de peso.
Además, algunas patologías hormonales podrían generar obesidad, como en el caso de hipotiroidismo, síndrome de Cushing, síndrome de ovario poliquístico. Otro factor predisponente son las emociones. Un individuo puede llegar a aumentar su ingesta si se encuentra aburrido, enojado o estresado.
Consecuencias del sobrepeso en la salud
El sobrepeso o la obesidad es un factor de riesgo para que contraiga enfermedades no transmisibles, estas incluyen;
- Enfermedades cardiovasculares: Intensifica el riesgo de padecer hipertensión, dislipidemia (niveles elevados de colesterol) y accidente cerebrovascular.
- Diabetes tipo 2: Altera la manera en que el cuerpo utiliza la insulina para mantener niveles sanos de azúcar en la sangre, intensificando el riesgo de una resistencia a la insulina y diabetes.
- Cáncer: Acrecienta el riesgo de sufrir de cáncer de mama, colon, ovario, hígado, riñones, entre otros.
- Alteraciones digestivas: El sobrepeso aumenta la probabilidad de padecer acidez estomacal y patologías a nivel vesicular y en el hígado.
- Apnea del sueño: También incrementa la posibilidad de que ocurra una apnea del sueño, un trastorno peligroso que hace que la respiración cese y vuelva a comenzar repetidas veces durante el ciclo del sueño.
- Artrosis: La aparición anormal de grasa genera un estrés en las articulaciones, encargadas de ser un soporte para el peso del cuerpo, contribuyendo a la inflamación para posteriormente dar paso a una artrosis.
- Enfermedades ginecológicas: Puede llegar a causar alteraciones en la menstruación e incluso infertilidad en las mujeres, y en el caso de los hombres disfunción eréctil.
- Síntomas graves de COVID-19: Si una persona con obesidad o sobrepeso se ve expuesta al COVID-19, puede llegar a desarrollar síntomas graves, pudiendo ser incluso mortales.
Cabe destacar que, mientras mayor sea el IMC, mayores serán las posibilidades de que la persona carezca de una de las enfermedades ya nombradas.
Sobrepeso y obesidad
Tanto el sobrepeso como la obesidad implican el exceso de grasa presente en el cuerpo de un individuo. Para saber si una persona padece de sobrepeso u obesidad se debe calcular el IMC. Se considera sobrepeso si el IMC es igual o superior a 25 y se considera obesidad si el IMC es igual o superior a 30.
Asimismo, la obesidad no es solo un problema estético, es una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer otras patologías o problemas de salud. Tanto la obesidad como el sobrepeso son reconocidos como una epidemia.
Aproximadamente a nivel mundial, 300 millones de personas sufren de obesidad y sobrepeso, en donde anualmente mueren 2.8 millones. Por este motivo, es evidente que la obesidad disminuye la calidad y esperanza de vida de un individuo.
Del mismo modo, las personas con sobrepeso tienden a ser discriminadas, por esta razón muchos de estos tienden a evitar sitios públicos. Otros problemas relacionados con la obesidad y sobrepeso que afectan la calidad de vida de los individuos son;
- Depresión y ansiedad.
- Problemas sexuales.
- Discapacidad.
- Aislamiento.
- Vergüenza y culpa.
- Poco rendimiento en el área laboral.
¿Cómo prevenir el sobrepeso o la obesidad?
El sobrepeso y la obesidad son consideradas enfermedades no transmisibles. Cabe destacar que, estas pueden ser prevenibles en la mayoría de los casos; para ello, es importante entornos favorables que permitan influir sanamente en las elecciones de los individuos.
De esta forma, asumir una responsabilidad individual tiene un gran impacto sólo si las personas tienen acceso a un estilo de vida saludable. Si los individuos no tienen acceso a un modo de vida sano, será imposible que se produzca un cambio favorable en su salud.
Desde un punto de vista social, la ejecución de políticas demográficas con validez científica, cumplen un papel importante en la disponibilidad y asequibilidad de actividad física y opciones alimentarias sanas.
Aun así, si se desea conservar un peso saludable y prevenir la obesidad y sus comorbilidades, asegúrese de tener un estilo de vida sano en la medida de lo posible, practique ejercicio regularmente y tenga una dieta balanceada.
En consecuencia, es importante evitar comer de forma excesiva. Aprender a reconocer los patrones que promueven a comer compulsivamente. es clave para conocer cómo manejar este tipo de situaciones y conductas alimentarias nocivas.
Finalmente, controlar el peso regularmente es un factor clave, se ha demostrado que aquellas personas que pesan una vez por semana obtienen mayores y mejores resultados para prevenir o controlar el aumento de peso.
