El ahorro es la acción de reservar y guardar parte del ingreso que se destina para los gastos a fin de prevenir necesidades futuras.
Ahorrar en una entidad bancaria, en un fondo de inversiones o bien sea bajo el colchón, permiten que los sueños sean más profundos, descansando en la seguridad de lograr cubrir un evento de enfermedad, colegiatura, viaje o bien dejarse como herencia.
A través de una buena planificación patrimonial, las familias lograr organizarse y guardar el dinero necesario para vivir sin problemas el resto de sus vidas.
Algo que podría incidir en el sistema de ahorro de cada persona es la estabilidad de la economía y la existencia de las mercancías. En estos casos lo mejor podría ser invertir o cubrir las necesidades inmediatas.
Clasificación del ahorro
El ahorro puede definirse en ahorro público y ahorro privado.
Ahorro privado
Es el que llevan a cabo las empresas privadas de diferentes índoles e intereses. Estas no pertenecen al sector público ni tienen que ver con ellas. Este ahorro es familiar y puede verse entorpecido por la falta de trabajo, la reducción de los salarios o el alza en los precios de los bienes básicos.
Una familia puede ejecutar su ahorro privado realizando inversiones de inmuebles, algún instrumento de inversión o creando un fondo de retiros.
Ahorro público
Es el que se realiza a través del Estado, Con los ingresos de los impuestos, el comercio internacional. El Estado invierte pues, este dinero ahorrado, en construir carreteras, puentes, escuelas, hospitales o bien mejorar cualquier condición de vida de las localidades.
Cuando el Estado logra ahorrar quiere decir que sus ingresos son mayores que sus gastos y ese superávit le permite planear para el bienestar y la seguridad de la ciudadanía.
De la ejecución del ahorro público se define muchas veces la tranquilidad de los trabajadores públicos que esperan por años sus pensiones.
Importancia del ahorro
El hábito de guarda para el futuro es una señal de seguridad, responsabilidad y aspiración.
Cuando se ahorra las dificultades que puedan aparecer se hacen más llevaderas, se sortean mucho mejor los problemas y también pueden hacerse realidad los sueños.
Existen múltiples razones para considerar el ahorro como parte del estilo de organización de una familia. Es una especie de fondo para todos, pero sobre todo para los que envejecerán antes.
Se podría comprar una casa, se podría adquirir un auto, hacer un viaje, disfrutar de buena atención médica y poder tener las medicinas que tanto se necesitan.
Todas estas cosas son razones suficientes para adquirir el hábito de ahorrar. Se trata de guardar solo un poco o de invertir una pequeña cantidad que a la larga traiga beneficios.
No importa de cuanto sea la cantidad, lo importante es que, en la medida de lo posible, la cantidad siempre sea la misma. Y, que esta cantidad sea apartada de inmediato se cobre antes de gastar en las necesidades mensuales o quincenales.
Existen empresas que promueven el ahorro por medio de ahorros obligatorios que crean las mismas. Esto sería una muy buenas solución para esos casos en que las personas no tengan la autodisciplina de ahorrar.
Lo importante a la hora de ahorrar es marcar un objetivo. Una meta a corto o largo plazo. Este hábito es una enseñanza que deberá ser transmitida familiarmente tal cual si fuese un valor, porque de él dependerá la estabilidad y comodidad de toda la familia.
Debe convertirse en un estilo de vida, en una clase más, en una exigencia más dentro de todas las que se apliquen en el hogar. Es la manera de no vivir endeudados, de crecer y ser previsivos.
La inversión
Invertir es una manera de ahorrar. En vez de guardar el dinero en cualquier entidad, fondo o bajo un colchón, se adquiere algo que no pierda valor al pasar el tiempo, como una propiedad, divisas, acciones en empresas, instrumentos financieros, plazos fijos, etc.
Cuando inviertes, tomas algo que puedes vender luego por más valor para obtener una ganancia, recuperas la inversión y obtienes una ganancia, esa ganancia puede ahorrarse o volver a invertirse.
Hacer un buen uso de los ahorros podría ser invertir en vez de dejar inmóvil.
Diferencias entre ahorrar e invertir
- Cuando ahorras resguardas el dinero para gastos futuros. Cuando inviertes arriesgas el dinero ahorrado en algún producto para aumentar su valor y posteriormente obtener ganancias.
- Los ahorros normalmente se planean a corto plazo. Las inversiones tienen resultados a largo plazo.
- Ahorrando no se corren riesgos, o este es mínimo. Cuando inviertes se corren muchos riesgos, depende del producto, del compromiso y la responsabilidad.
- Cuando ahorras hay una rentabilidad casi nula. En cambio cuando inviertes al principio parecería incierta pero casi siempre genera dividendos.
- Ahorrando siempre tienes liquidez, tú eres el dueño del dinero. La idea es no usarlo, pero sabes que lo tienes a la mano. Cuando has invertido no tienes liquidez, el dinero está represado en la inversión. Por lo tanto debes esperar.
Ahorrar en casa y ahorrar en una Entidad
Mientras tienes el dinero en casa, estás consciente de que permanece seguro, que lo tienes a la mano por si sucede alguna emergencia familiar.
Como mencionamos antes el sistema del ahorro es un acto que debería ser impulsado por toda la familia, es un recurso que resguarda su seguridad futura, al mismo tiempo que permite alcanzar nuevas metas.
Aun así, el dinero que está en la casa no gana intereses. En cambio el dinero que se coloca en una Entidad bancaria, por muy mínimo que sea, ofrece una tasa de interés al final de cada año que incrementa el saldo ahorrado.
Si quieres puedes sacarlo y utilizarlo. Si no, se queda ahí y se suma al capital que ya se había guardado inicialmente y así mensualmente o anualmente se obtiene una suma extra en los ahorros.
El dinero crecerá, no tanto como si se invirtiera en productos de salida rápida, pero si habrá un ingreso constante de intereses que ayudan de mucho cuando sucede una emergencia personal o familiar.
