Se conoce como a la asertividad como la manera de comunicarse pensada para transmitir eficazmente un mensaje, obteniendo provecho de factores propios del proceso de comunicación y de otros, que a pesar de ser externos a este inciden en su eficacia. ¿Quieres saber más sobre ella? Sigue leyendo.
¿Qué es la comunicación?
En primer lugar, es importante recordar que la comunicación es el proceso de transmisión en el que un emisor crea un mensaje que ha de ser recibido por un receptor. Para ello, hace empleo de un código (como por ejemplo el idioma) y de un medio físico (como las ondas sonoras).
Este proceso es propio de los seres vivos y su mayor nivel de complejidad ha sido alcanzado por los seres humanos, que son los únicos en poseer la capacidad de estructurar el lenguaje y crear diferentes medios para comunicarse.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el proceso comunicativo puede estar limitado por algunas dificultades en concreto, como pudiera ser el ruido en el ambiente, deficiencia de los interlocutores o la escasa asertividad por parte del emisor, es decir, pobre capacidad para realizar un acto de comunicación óptimo.
¿Qué es y para qué sirve la asertividad?
En el acto comunicativo, la asertividad pretende conseguir una comunicación beneficiosa y eficiente para todos.
De este modo, al hablar de asertividad, generalmente se hace alusión a un estilo comunicativo que busca un equilibrio entre aquellas posturas pasivas y agresivas de comunicación.
Esto con el fin de conservar un proceso equitativo, franco y armonioso en el momento de intercambio de información.
Lo que quiere decir, que la comunicación asertiva es una manera de mediar con las personas, es decir, una forma de expresar lo que se desea manejando las propias emociones para lograr una buena comunicación que sea eficiente y beneficiosa.
La comunicación asertiva parte del supuesto de que los individuos tienen derechos propios que deben respetarse incluyendo los del emisor.
Técnicas de comunicación interpersonal
Es posible distinguir otras formas de comunicación interpersonal, para ello, a continuación, te las indicamos:
Modelo agresivo
En este modelo, la persona posee una percepción clara sobre sus derechos, pero muy poco clara en relación a los derechos de los demás.
Por una parte, se trata de un modelo que en teoría se acerca a lo asertivo, puesto que es directo y claro, expone sus ideas de manera explícita y sin filtros que puedan enmascarar sus intenciones ni tergiversar el mensaje.
Sin embargo, fácilmente y con frecuencia, se torna en una postura egocéntrica que jerarquiza sus necesidades por encima de las de su interlocutor, llegando a imponerse de una forma violenta incluso, de hecho.
Modelo pasivo-agresivo
En este caso, la persona contempla el derecho de los demás, pero no los suyos propios, esto quiere decir que se somete al mandato de los demás. Por lo general, el mismo suele ser visto como ambiguo o ineficaz y con cierta frecuencia conduce a un modelo agresivo como forma de compensación.
Ser asertivo
Ciertamente, la asertividad es un punto medio del modelo pasivo y el modelo agresivo, en el sentido que saca lo mejor de ambos formas. En este sentido, trata de ser directo y conciso con su mensaje y sus intenciones, sin dejar de lado los derechos, consideraciones y emociones de su interlocutor.
Inicialmente, fue entendida como un rasgo de personalidad lo cual daba a entender que algunos la poseen y otros no. Más adelante, se llegó a determinar que no era lo correcto, una persona puede ser asertiva en determinadas situaciones y en otras no.
Esto es debido, a que la asertividad está asociada a la madurez y la autoestima, además de otros elementos que constituyen la personalidad, los cuales influyen en la manera en que nos comunicamos y en el sitio que nos damos a nosotros mismos
Los factores antes mencionados no siempre son iguales, ni operan de la misma manera.
De esta manera, ser asertivo se relaciona con la capacidad de defender de manera clara lo que se va a decir, para disfrutar del respeto de las personas sin tener que violentar el punto de vista de los demás, pero tampoco implica que se debe estar sometido a ellos.
¿Cómo ser asertivo?
Si desea desarrollar esta capacidad puede seguir las siguientes recomendaciones:
Mira a los ojos al otro
Cuando miramos a la persona a los ojos de forma atenta y no con intención de invadir o agredir, estamos dándole a entender que nos interesa lo que nos está diciendo y que demostramos que nos importa, lo cual a su vez nos retroalimenta porque nos sentimos integrados en la comunicación.
Tu postura te delata
La postura tiene una gran importancia en el mensaje comunicativo, para ello debes procurar que tu postura corporal sea abierta.
Por ejemplo, los brazos cruzados en el pecho, gestos distantes o rígidos suelen sabotear la comunicación pues se tratan de formas no verbales que demuestran rechazo, desinterés, en cambio teniendo una postura corporal abierta invita al otro a que te escuche.
Al comunicarte ten los objetivos claros
Cuando te vayas a comunicar ten claro lo que vas a decir, ya que si no sabes qué es lo que deseas comunicar o qué es lo que deseas alcanzar te costará más transmitirlo y esto hace que tal vez deambules en la comunicación, pierdas el hilo o dudes al momento de hablar.
Considera un balance en tu comunicación
Es decir, ten conciencia de cuánto tiempo hablas y cuánto tiempo escuchas a la persona, para que no resulte ser ni abrumador ni pasivo.
Debes cuidar el tono de voz que usas
Tu tono debe ser audible más no gritado, tu pronunciación debe ser correcta, entera en lugar de acelerada y sin modulación.
Estas son estrategias que te ayudarán a que el otro tenga interés en escucharte y que harán que te conceda una cuota importante de atención que de seguro te van a retroalimentar de forma positiva para hacerte activo en el proceso comunicativo.
Ten consciencia de tus emociones
Nunca reclames o insultes a nadie, mejor describe lo acontecido, lo que te hizo sentir y luego anda el grano, di lo que deseas para que no vuelva a ocurrir de esa forma, para que el otro sepa que ocurrió y que deseas.
El lugar
Finalmente, es importante que escojas el lugar en el cual vas a conversar, este debe ser seguro, apacible, para que las personas se muestren más comprensivas.
Un ambiente lleno de ruidos, distracciones o en el peor de los casos de amenazas no es un lugar conveniente para tener una comunicación asertiva.