¿Alguna vez has escuchado la expresión Somos lo que comemos? Pues, pocas cosas son tan ciertas e ilustran tan bien la importancia que tiene la alimentación en nuestras vidas.
La alimentación es uno de esos procesos vitales para nuestro organismo y es una de esas cosas que debemos cuidar al máximo si queremos tener una vida plena, feliz y sana.
Ahora bien, sabemos lo importante que es, pero, ¿alguna vez te has detenido a preguntarte qué es la alimentación y por qué es tan importante? De ser así, este artículo te encantará.
A continuación, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la alimentación.
¿Qué es la alimentación?
Antes que nada, empecemos por definir qué es la alimentación.
Esta se entiende como el proceso de ingestión de alimento por parte de diversos microorganismos, incluido por supuesto los seres humanos.
¿Con qué objetivo los seres vivos ingieren alimentos? Pues, muy sencillo. Con el objetivo de proveerse sus necesidades alimenticias, especialmente aquellas que tienen como meta obtener energía, continuar su desarrollo y aumentar su crecimiento como criaturas.
En el mundo animal, la alimentación está limitada por factores biológicos. Cada ser vivo sabe lo que tiene que comer y lo busca con denodada intención. Sin embargo, se enfrentan a peligros importantes, como la presencia de algún gran depredador.
Ahora bien, ¿cómo es la alimentación en los seres humanos? Aquí lo repasamos.
La alimentación en lo seres humanos
Los seres humanos tenemos un proceso de alimentación que no se parece a ninguno que ya exista en el reino animal. Esto le suma una mayor complejidad, a lo que ya era un proceso complejo.
Lo primero que debemos destacar de nuestro proceso de alimentación es que no todos tenemos las mismas necesidades. Es decir, no todos necesitamos ingerir la misma cantidad de alimentos.
En este sentido, la alimentación de cada persona varía según una cantidad importante de factores. A saber: su gustos por determinadas comidas, la edad que esta persona tenga, la cantidad de actividad física que la persona haga (y las horas en las que las lleve a cabo), los medios económicos para proveerse de alimentos en mayor cantidad o calidad y la disponibilidad de productos en la zona donde habita.
Como ven, el proceso de alimentación en los seres humanos adquiere una versatilidad importante y una variedad que no existe en el resto de los animales.
Otra de las cosas que también incluyen mucho a la hora de alimentarnos es la cultura. Y esto puede sonar obvio, pero muchas veces ignoramos la influencia que tienen factores como la religión en las cosas que llevamos a la mesa.
Por ejemplo, a la gran mayoría de los occidentales les asombra cómo en algunos mercados populares en China las personas pueden comer animales como los perros, que en nuestra cultura se consideran mascotas, casi al punto de ser un miembro más de nuestra familia.
Sin embargo, para los orientales también es una razón importante de asombro que nosotros los occidentales comamos con tanta facilidad y en tal cantidad la carne roja de vaca, dado que para ellos es un animal sagrado. Mucho más que una mascota.
Estos dos simples ejemplos ilustran la influencia que tienen los factores culturales en la forma en cómo los seres humanos nos alimentamos y alimentamos a nuestras familias. En este punto, las diversas costumbres y tradiciones pueden llegar a influir en cosas tan importantes para nosotros como nuestra talla o peso.
Alimentación en el reino animal
La alimentación en el reino animal es un proceso bastante interesante. Y una de las cosas que más llaman la atención es la variada cantidad y calidad de comida que ingieren algunos tipos de animales.
Por ejemplo, por su naturaleza tenemos algunos animales que son carnívoros. Pero esto no significa lo mismo para nosotros que para ellos. Para un animal, ser carnívoro implica que solo se alimenta de carne. Es decir, que debe matar a otro animal para poder comer.
Sin duda alguna, esto es un trabajo peligroso y suelen quedar presa de depredadores muchos más rápidos, fuertes y agresivos.
En el mismo orden de ideas, tenemos a aquellos animales que son herbívoros. Es decir, que solo se alimentan de plantas o hierbas. En este punto, sin duda este es un trabajo mucho menos arriesgado que otros tipos de animales. Sin embargo, también tiene su lado negativo.
Los herbívoros suelen tener menos energía que el resto de los animales y, en la mayoría de los casos, menos fuerza. Entonces, sí. Por un parte, su proceso de alimentación es menos arriesgado. Pero, por la otra, tienen menos herramientas para enfrentarse a un posible ataque de otros animales.
Y, por último, tenemos a los omnívoros. Estos son los animales más versátiles que hay, dado que consumen por igual plantas y carne. Esto le proporciona muchísimas ventajas. Por un lado, suelen tener altas ingestas de calorías y energía, debido al consumo de carne.
Por la otra, no ponen en riesgo su vida si sienten que pueden obtener otra fuente parcial de alimentos como las hierbas.
Si desde el punto de vista alimenticio tuviéramos que calificar la inteligencia de algunos animales, podríamos decir que estos últimos son los más brillantes de todo el reino animal.
Somos lo que comemos: la importancia de la alimentación
Somos lo que comemos, sí. Pero también somos todo lo que dejamos de comer. Tanto lo que ingerimos, como lo que dejamos de ingerir definen nuestra vida. Definirán nuestros niveles de energía, concentración y creatividad con la que afrontamos nuestro día a día.
Por eso, aunque ya se ha dicho bastante, nunca está de más recordarlo: debemos cuidar al máximo nuestra alimentación. Y para eso no tenemos que ser cocineros expertos.
Lo único que debemos procurar es comer todo tipo de alimentos, de todos los grupos, en porciones moderadas… y agregarle a esto algún tipo de actividad física. De esta manera, estaremos asegurándonos una vida mejor y unos niveles más altos de bienestar.